(No entiendo por qué ya no nos atrevemos a tocar
la canción que compusimos aquella noche tú y yo
-y que jamás volvimos a interpretar-.)
Nos espera la Luna en su platea
y en el gallinero se impacientan las estrellas.
¡Vamos!, los dos sabemos que lo harás fenomenal
que no te has olvidado de los pasos
(preocúpate por mi falta de ritmo si acaso)