Dejo los libros en el suelo
a medio metro de una mesa que no uso.
Leo sobre Roma y sobre Florencia,
sobre otros lugares que no visitaré
hasta que me muera,
y pienso si de verdad merece la pena
morirse, digo, morirse para ver el paraíso,
la sublime belleza de La Comedia.
Ahora te toca a ti sufrir
Nos despedimos con un beso
y te dije «yo te llamo»
y ahora mientras escribo
me deleito con tu imagen
todo el día pendiente del móvil
creyendo en las madrugadas
-doloroso engaño del deseo-
que la pantalla se iluminaba
y en grande escrito mi nombre.
Y con los días del deseo a la rabia
y de pronto el deseo del olvido
quizá a veces un recuerdo por la calle
leve flash y una mueca de desdeño
antes de seguir caminando altiva
como si nunca hubieras sentido nada. Sigue leyendo
Definición de Amor. Segunda Acepción
Ahora solo quiero por un instante apartar
el amor que nace y se agota en un disparo de alcohol
el que idílico nace y crece en el cine y corazones
y ensalzar aquel que se daña con el tiempo
que sufre los embates de la vida los celos
los intereses contrapuestos el egoísmo el desinterés
y una cama cada vez más fría pero nunca vacía.
Un amor que se apaga un poco cada día Sigue leyendo
Réquiem por un Amor que nunca fue
Vi cómo te ibas por la puerta sin haber entrado nunca
te grité en mi cabeza e hiciste oídos sordos a mis ruegos
y quedé indefenso y solo en la cama que jamás visitaste
y recordé los besos que no me diste aquel febrero
y los abrazos felices por habernos encontrado.
Reviví la primera vez que no nos acostamos
el contacto y los escalofríos que nunca sentimos
cuando en medio de la nada no nos acariciamos
las broncas que no tuvimos por estupideces
el amor apasionado que cada noche no nos juramos
y las locuras que no cometimos por querernos demasiado. Sigue leyendo
Encuadre
Un fotograma grisáceo y en el centro una sombra
con dos verodes en el pecho engarzados
y una teja herrumbrienta de sangre agotada
Una imagen de lluvia y una persona que se aleja
con el llanto enjuagado y lejía en la cara
-arden las lágrimas cuando no estás a mi lado-
Un cuadro mal pintado y apenas una mancha
en mi memoria yo me ahogo y en la tuya
me deshago bruma y Sol en la estía mañana
Ahora solo callo
«Canta, me dices. Y yo canto
¿Cómo callar? Mi boca es tuya»
José Hierro
Bésame, me pides. Y yo te beso.
¿Cómo parar? Mi boca es tuya,
yo te la di ¿No te acuerdas?
Con ella te entregué lo que era
(lo que soy, lo que seré),
te di mi alma y pensamiento,
mi palabra, mi sonrisa,
mis recuerdos y mis sueños.
Te di todo (y ahora callo);
ahora solo callo y te beso.
Límites
« -¿Qué eres entonces?
-Definir es limitar.»
Oscar Wilde
Si escribir poesía es materializar el sentimiento
entonces algunos poemas deberían permanecer
siempre en un perpetuo, bendito, silencio.
Y es que si escribir, como definir, es limitar
¿cómo concretar lo que en verdad no se puede
apenas perfilar con las palabras?
Dime cómo se llama…
Paseando por la Gran Vía
una madrileña me miró a la cara,
y con sus tizones ojos de niña
me preguntó por qué lloraba.
–las lágrimas que me brotan del alma
nacen porque muy lejos me espera
la mujer que a mí me ama.
Sus besos, ardientes como la arena,
me vienen en sueños cada mañana,
y sus manos, suaves como la seda,
esconden el ardor más puro de la lava. Sigue leyendo
…Y haré una preciosa diadema
Pasearé respirando el invernal hedor de la calzada.
Visitaré todos los bares de la avenida.
Pensaré en ti, supongo, en todo momento
y amordazaré mi pensamiento con los restos
de, quién sabe, quizá una botella
o esa botella y unos labios cualquiera.
Y en vez de su bonito rostro
imaginaré una sombra con los rasgos de tu cara.
Sigue leyendo
Queda
Queda
tu aroma prendido en el aire;
la sombra de una cama deshecha;
un camino sinuoso de sábanas
ocultando la vergüenza de un colchón
donde segundos antes respiraba una silueta.
Queda
un cigarro a medio apagar;
carmín brumoso en la colilla;
un espectro de amarillentas cortinas;
el rumor amargo de la Bialetti;
y treinta almas apiladas con títulos de libros.